El avistamiento representa un hecho muy importante para la conservación de la fauna y biodiversidad debido a que en Colombia sólo habitan 6 especies de felinos.
Varias especies de fauna que hacen parte del ecosistema del jaguar son los hallazgos que hasta el momento deja el Programa Conexión Jaguar en Colombia desde su implementación en 2017.
Gracias a cámaras trampa del Programa Conexión Jaguar del grupo ISA, fueron identificados en Cimitarra, Santander, 30 especies animales, entre ellas el puma (Puma concolor), el segundo felino más grande de América después del jaguar; el ocelote (Leopardus pardalis), el más grande de los tigrillos presentes en Colombia; y del yaguarundí, (Puma yagouaroundi), que, aunque es el menos conocido en el país, entre los felinos pequeños es la única especie que no presenta manchas.
De otro lado en Tierralta, Córdoba se avistaron 19 especies, entre ellas, los felinos antes mencionados y el margay (Leopardus wiedii), el segundo tigrillo manchado más grande de Colombia. Su presencia es de gran importancia, puesto que este felino pasa el 90% de su tiempo en un árbol, lo cual requiere de un parche boscoso en buenas condiciones donde se sienta seguro de sus depredadores.
“Esta es una buena noticia para el Programa Conexión Jaguar y para la biodiversidad de Colombia, puesto que estas zonas son estratégicas para la conectividad del ecosistema, ya que estos felinos necesitan de extensas áreas para desplazarse, aparearse y alimentarse. Desde el Programa contribuimos a suplir las necesidades de estas especies al recuperar cerca de 2.200 hectáreas de tierras degradadas por la ganadería, y al proteger cerca de 400 hectáreas de bosques y nacimientos de agua. Igualmente, demuestra que los esfuerzos realizados para lograr la conectividad de áreas estratégicas como Tierralta, que hace parte de la zona de transición entre el Parque Nacional Natural Paramillo y su entorno, surtan los efectos esperados y aporten a que las poblaciones de especies frágiles como el tití y el paujil logren asentarse”, afirmó María Adelaida Correa Ruíz, Directora de Sostenibilidad de ISA. Además de los grandes felinos encontrados, en Cimitarra y en Tierralta se registraron el paujil de pico azul (Crax alberti) y el tití cabeciblanco (Saguinus oedipus), además de que son dos especies endémicas, es decir que solo habitan en Colombia, se encuentran en peligro crítico de extinción. “El paujil de pico azul es una de las aves más amenazadas de Colombia, tiene presencia en bosques muy conservados de los departamentos de Santander, Antioquia, Bolívar y Córdoba.
Por otro lado, el tití cabeciblanco es uno de los 25 primates más amenazados en el mundo, debido a la pérdida de su hábitat, según la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza. Este primate se encuentra sólo en los departamentos de Atlántico, Bolívar, Sucre y Córdoba y para detener su extinción se requiere conservar las zonas en donde vive actualmente, entre ellas, el área que se contribuye a conservar desde el proyecto en Tierralta”, expresó Matthew Hyde, Coordinador de Panthera para el Programa Conexión Jaguar.
Conexión Jaguar, el Programa de Sostenibilidad de ISA y sus empresas
Aunque actualmente el número de individuos del jaguar en Colombia viene disminuyendo debido a la pérdida de su hábitat y a las dificultades que tiene para desplazarse, cazar y reproducirse, aún hay esperanza. Si bien esta especie se encuentra catalogada como casi amenazada según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), es el momento de aportar y sumar esfuerzos para que no llegue a estar en amenaza crítica de extinción. Son iniciativas como el Programa Conexión Jaguar, las que contribuyen a establecer el corredor del jaguar en Latinoamérica.
Conexión Jaguar es el programa bandera de sostenibilidad del grupo ISA que junto con sus aliados South Pole y Panthera busca, a través del acompañamiento técnico y económico, apoyar las mejores iniciativas que están asentadas en el corredor del jaguar, para que éstas comercialicen bonos de carbono certificados con rigurosos estándares, aportando no solo a la reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y al desarrollo de las comunidades rurales, sino también a la recuperación y conexión del hábitat de esta especie.